Prueba: Mizuno Rider 17
Esto va en serio
Llevo desde finales de octubre lanzando darditos sobre la nueva colección de Mizuno, señores y señoras, esto va en serio. La excelente Wave Sayonara lanzada en el último semestre de 2013 solo era la punta de lanza a una igualmente excelsa colección de 2014 que quiere ser un punto de inflexión en una trayectoria demasiado a la baja en estos años. No hay que ser muy observador para darse cuenta que desde aproximadamente el 2003-2004 y de manera paulatina Mizuno ha ido menguando su presencia entre los corredores. Las causas, aparte de la dudosa gestión del anterior distribuidor para España, han sido los planteamientos excesivamente conservadores de la marca, algo típicamente nipón, y el hecho de que casi todos los avances de la marca iban destinados precisamente adonde no hacían tanta falta. El resultado es que durante años hemos visto como Mizuno ha conseguido hacer uppers muy buenos, han trabajado mucho y bien las suelas pero han fallado precisamente en lo más importante y en lo que más han avanzado por ejemplo New Balance, Saucony o Brooks: la media suela.
El movimiento se demuestra corriendo
Aunque muchos anunciaban desde hace tiempo que el verdadero culpable del estancamiento de Mizuno era el Wave yo siempre he sostenido que a pesar de madurez del sistema creo en su vigencia y que el gran problema venía del compuesto de media suela. Si echamos la vista atrás desde el VS-1 de aquellas Rider de hace una década solo habíamos visto dos compuestos más, el AP y el AP+, mientras que marcas como Saucony o New Balance habían sacado casi una decena de nuevos compuestos mucho más duraderos, ligeros y con mayor capacidad de respuesta. Como digo para mi esto era algo claro porque el sistema Wave seguía dando buenas prestaciones a pesar de tan pobres compañeras de baile. Cuando el inmovilismo parecía iba a denostar la marca esta anunció una revolución y en efecto ha demostrado que el Wave es capaz de alumbrar grandes zapatillas, solo le hacía falta la compañía necesaria.
¿Revolucionarias?
Hablando de zapatillas sabéis que soy un poco reacio a utilizar este termino pero en el caso de las Rider 17, y casi que del resto de la colección, hay que utilizarlo con matices. No es una zapatilla revolucionaria como lo pudieron ser en este 2013 que nos dejó las Boost de Adidas pero sí suponen una revolución para la marca y verdaderamente las coloca como el objetivo para el resto. El por qué es fácilmente traducible a cifras, 240 gramos en una zapatilla de entrenamiento que encima es estable y aguanta entrenos intensos de atletas por debajo de 75 kgs. ¿Habíais visto algo parecido? Yo no desde luego y lo más cercano, la Saucony Ride 6 con 272 gramos (32 más para ser exactos), ya la elegí como la mejor neutra de gama alta del mercado. Así pues estamos así de un plumazo ante la zapatilla con la mejor relación amortiguación-peso del mercado y si encima os adelanto que es estable, confortable, ajustada y con gran respuesta a ver quién me dice que como poco estamos hablando de una enorme evolución.
Los ingredientes del cambio
Aunque la media suela a base de EU4IC es como digo lo más elemental y lo que marca la diferencia con sus predecesoras Mizuno ha hecho un gran esfuerzo por presentar un producto sin fisuras y donde cada evolución sea acompasada por otra. Para empezar por fin, que también iba siendo hora, la suela tiene un tacto blando lo que permite que el tacto de la zapatilla sobre asfalto o superficie duras sea muchísimo más agradable y no tan ruidoso. Por otro lado y después de bastantes kilómetros con ellas os puedo decir que a pesar de este tacto blando la durabilidad y la tracción no solo no se ven alteradas sino que incluso en el caso de la última mejoran. Si os gustaban las suelas de la Mizuno esta no os defraudará. Aunque no sea una pieza visible tal cual hay que hablar del chasis que también sufre modificaciones, muy acertadas por cierto. Se ensancha por la zona del arco haciendo que por un lado la zapatilla sea más cómoda, que acepte mejor las plantillas ortopédicas, sea más estable y mejor avenida con los pies anchos. En la media suela el protagonismo casi absoluto es para el EU4IC que actúa de compuesto base aunque apoyado en el talón por un pequeño filamento de SR Touch encargado de absorber los impactos en la zona trasera. En el talón también el eterno Wave que sigue siendo todo un acierto al menos para dar a las zapatillas un punto de reactividad que quizás solo Adidas con el Torsion tiene. Para la parte del upper Mizuno ha reservado otra oleada de cambios. Si ya en la versión 16 vimos cuanto se puede aligerar una zapatilla rebajando el upper a lo mínimo aquí vemos como rebajan el peso aun más pero está más reforzado. El secreto como estamos viendo en otras muchas es el termosellado de los refuerzos que permiten colocar más contrafuertes para asegurar la sujeción pero ahorran peso.
Rider 17 en movimiento
Con 240 gramos en los pies ya os podéis imaginar lo complicado que se hace rodar de manera tranquila y distendida. He tenido que esforzarme mucho por buscar situaciones en las que probar estas Rider a ritmos por encima de 4 min/km y solo en calentamientos o enfriamientos he podido observar que como rodadora no tiene desperdicio, es suave, confortable y capaz de parecer incluso “bonachona”. A ritmos medios ya comienzan a mostrarse más parecidas a lo que son, un lobo sin demasiados disfraces. Ahí hay que tener cuidado porque la zapatilla te va a pedir más y te puede mandar los kilómetros más rápido de lo deseado y hacer que el entreno se haga muy largo. Esto ocurre porque con su perfil bajo, su porte y su peso la sensación de velocidad es engañosa y si no andamos atentos la cosa se pone calentita antes de tiempo. A ritmos altos la Rider 17 da de sí lo mejor, tiene el comportamiento y sensaciones de una zapatilla rápida pero se muestra lógicamente con más empaque y protegida que estas. Como estamos hablando de una zapatilla de 240 gramos y un perfil de 31-18 (dropp de 13 mm…las cosas vuelven por sus cauces al final) incluso me atreví a cascarles series en pista por debajo de 3.10 min/km y el resultado fue no solo que seguían respondiendo sino que además pedían más. Como había piernas probé por debajo de 3 min en un 1000 y tampoco dieron síntomas de pedirle el relevo a una Sayonara o Hitogami así que las deje por imposible. Por si acaso me había cogido en un día de gracia y al igual que les hice a las nuevas Glide 6 de Adidas me metí en competición con ellas en ruta realizando una media a ritmo de 1.13 corriendo a tirones y tampoco hubo suerte. Solamente en el sprint final y cuando el gps marcaba 2.47 eché en falta algo menos en los pies pero desde luego estarán ustedes conmigo que a menos que hayáis nacido en el Valle del Rift esos ritmos no se ven todos los días.
Puntuación:
1.Amortiguación: 8 1.Trasera: 8 2.Delantera: 8 3.Relación amortiguación peso: 10
2.Estabilidad: 9 3.Sujeción: 8.5 4.Apoyo: 8.5 5.Chasis: 9 6.Flexibilidad: 9.5
7.Durabilidad: 8.5 8.Confort: 9 9.Respuesta: 10 10.Calidad, acabados: 10
11.Relación calidad/precio: 7
Ficha Técnica:
- Nombre: Mizuno Rider 17
- PVP: 139
- Peso: 240 Grs
- Categoría: Zapatilla entrenamiento
- Pisada: Neutra
Usuarios recomendados:
1/Corredores de pisada neutra y peso inferior a 75 kgs que busquen una zapatilla con gran capacidad de respuestas y capaz de darles servicios incluso en competición.
- See more at: http://ullrichrunning.com/zapatillas/pruebas-de-zapatillas/153-prueba-mizuno-rider-17.html#sthash.adEFqZdl.dpuf
No hay comentarios:
Publicar un comentario