La apuesta de las Rider 23 está meridianamente clara, si la idea inicial pasa por calzarse una zapatilla de running realmente versátil para todo tipo de distancias, y que permite moverse a ritmos entre los 4:30 a 5:30min/km, asegurando amortiguación, estabilidad, reactividad y dinamismo.
Se presenta como uno de los lanzamientos más esperados del año, porque hablamos de uno de los buques insignia de la marca para corredores/as de pisada neutra, y que está orientado a deportistas de todos los niveles, de los experimentados hasta los principiantes, y también optimizada para todo tipo de distancias: corta, media y larga.
Con respecto a ediciones anteriores, traen pocos cambios pero muy relevantes. El objetivo es convertir a esta zapatilla de running tope de amortiguación en un modelo más versátil para un público más amplio, reduciendo su peso y buscando unas transiciones más dinámicas y fluidas. Y eso, sin duda, también pasa por que el modelo sea más confortable en cada kilómetro de carrera.
Mantienen esas señas de identidad tan características , presentando esa perfecta combinación entre amortiguación y estabilidad.
En este sentido, el trabajo conjunto de los materiales más punteros de Mizuno, favorece que esa pisada bien amortiguada también se sienta más cómoda, fluida, dinámica y ser un modelo más reactivo.
Gracias al sistema de doble densidad de la mediasuela, el pie queda más centrado y también lo guía en la fase de aterrizaje, dispersando el impacto, el resultado es más estabilidad y mejor amortiguación en cada zancada.
Hay que decir que toda la construcción del upper ayuda a que estas Wave Rider 23 sean más ligeras. El peso oficial en la web de Mizuno es de 290 gramos para el modelo masculino y de 240 gramos para la versión femenina. Y también es importante destacar que el nivel de transpirabilidad sube enteros en la zapatilla, lo que permite controlar la temperatura y favorece a un mayor rendimiento en cada entrenamiento.
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